LA LEYENDA DE LA VIRGEN DE LA PIEDAD DE ALMENDRALEJO
El historiador Francisco Zarandieta nos habla en uno de sus
libros que hace muchos años Almendralejo tenía en su haber varias ermitas. Cada
una de ellas servía de pórtico de entrada a la ciudad. Así, entre otras muchas
por ejemplo estaba la de los Mártires, ubicada en la calle del mismo nombre.
Por el Oeste estaría la de San Marcos. Los peregrinos que venían de Mérida o
zona Norte accedían a la ciudad por la actual ermita de Santiago y los que
provenían de Villafranca realizaban sus oraciones en la Ermita de la Piedad.
Ahí ofertaban sus agradecimientos por parte de los caminantes que llegaban con
bien a nuestra ciudad.
Hoy nos paramos, precisamente, en la ermita de la Piedad.
Para ello hay que remontarse al año
1507, entonces, la villa de Almendralejo contaba con algo menos de 2.000
habitantes dedicados, en su inmensa mayoría, a la ganadería y agricultura.
Cuenta la leyenda que a media legua y algunas varas de la ciudad ( una legua equivale a 4 ,4 Kilómetros y vara es una antigua medida española y
portuguesa que equivale a 0,83 metros)
se encontraba un agricultor labrando sus tierras. El calor sofocante del
mes de agosto hacía mella en sus rudos brazos, pero el trabajo agotador no
permitía descanso. Mientras seguía avanzando en el recorrer de sus tierra y a
la altura donde hoy se encuentra la actual ermita de la Piedad, su azadón se
hundió en la tierra chocando violentamente con un objeto de piedra. En ese
momento escuchó una voz divina que le decía ¡piedad, piedad! El agricultor receloso y con cierto miedo
hincó sus rodillas en el suelo, apartó unos matojos y desenterró
ávidamente el objeto. Su sorpresa fue
mayúscula al encontrar la imagen de una
virgen antigua tallada en piedra.
El agricultor, tras finalizar la jornada se llevó a casa el hallazgo y le comentó a su esposa lo ocurrido. María
tomó los hechos por una alucinación o confusión debido al impacto del sol de
agosto en la cabeza de su tosco marido.
Dejaron la imagen en la alacena y tras cenar se fueron a descansar.
Al día siguiente, ambos observaron sorprendidos que la
imagen había desaparecido, atribuyéndolo a un milagro más que a un robo que
difícilmente podían realizar en su humilde morada. Ambos se arrodillaron y
rezaron varias oraciones.
Como cualquier otro día, el
hortelano volvió a su trabajo en la misma zona del día anterior .
Anselmo no salía de su asombro... La imagen apareció como por arte de magia en
el mismo sitio que él la encontró el día anterior. La cogió entre sus brazos y
corriendo se desplazó de nuevo al pueblo. Una vez más le contó lo sucedido a
María, su mujer, y ambos decidieron llevar la imagen al párroco del pueblo y
explicarle el extraño suceso.
El párroco, mientras escuchaba el relato de los dos fieles
de la villa, esbozaba una sutil sonrisa
que denotaba una cierta incredulidad
por los hechos relatados. Más tarde, ya con gesto serio, calmó a la longeva pareja y le dijo que
depositaría la imagen en un lugar privilegiado de la sacristía.
Al día siguiente era el párroco el que no daba crédito a lo
que veían sus ojos. La imagen, una vez más,
había desaparecido. Creyendo entonces la historia de Anselmo y Maria, se
fue rápidamente a casa de estos y preguntó dónde había encontrado la imagen exactamente
.
Anselmo y el párroco encaminaron sus pasos y tras recorrer
media legua y algunas varas llegaron al lugar señalado. Efectivamente una vez
más, semienterrada, estaba la imagen de
la Piedad en el mismo lugar de la
aparición del primer día. Achacándolo a
un milagro y entendiéndolo como un mensaje divino, el párroco decidió que había
que construir una ermita en ese lugar bajo el nombre de la Piedad. Para ello
puso en marcha una colecta popular.
El primer real (cuyo valor era de tres maravedíes) fue el del propio Anselmo. A
este le siguieron muchos más, hasta conseguir los peculios necesarios para la
construcción de la ermita.
La virgen de la Piedad se convierte en Patrona de
Almendralejo en 1657. En 1696 se adquieren los terrenos anexos a la ermita. Y
ya en el siglo XX, concretamente en
1987, siendo alcalde D. José García Bote es nombrada Alcaldesa Perpetua
de Almendralejo, años más tarde el 29 de mayo de 2008 se procede a la
Coronación Canónica de la Virgen coincidiendo con el final del rectorado de D.
Tobías Medina Cledón.
La verdadera imagen de la Piedad es la que se encuentra
actualmente en la hornacina de entrada a la Ermita de su nombre en
Almendralejo.
Debido a
la importancia y gran valor de esta imagen, se ha realizado para el culto y
devoción de los habitantes de Almendralejo, otra de mayor tamaño y con menos
valor histórico. Conservándose el original en el interior de la ermita.
Fdo: Fernando Sierra Elías
NOTA: La leyenda es una adaptación de Fernando Sierra basándose
en recopiladores de: F. Zarandieta, F. Cotano y A. Sánchez. A partir de varias versiones de
informantes orales y contrastada con la del párroco de Almendralejo, D. Tobías
Medina Cledón. Pedro Forte también ha
presentado varios trabajos sobre Almendralejo.
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