martes, 15 de mayo de 2012

La montaña Rusa Fantasma

Hay sueños extraños y espero que no premonitorios.
 En mi último sueño todo comienza en una soleada mañana en la ciudad de Badajoz, en un Badajoz extraño diferente al que todos conocemos. Una obras de remodelación habían conseguido que el 90% de la ciudad se pudiera visitar techada. Así, podías pasar la jornada de compras y diversión en una ciudad casi futurista, ibas de una tienda a otra sin que las inclemencias del tiempo condicionaran tu visita a la capital pacense.

 El resto de la jornada lo pasamos familiarmente en un parque de atracciones ( no sé si en el propio Badajoz o el sueño me trasladó a otra ciudad española). Lo cierto es que, todo transcurría con normalidad, con esa normalidad que una jornada de estas puede proporcionar a la familia. Las niñas y sus amigas se desviaron de nosotros para estar más independientes con los y las amigas. Globos, risas y un magnifico ambiente.

Al fondo del parque, majestuosa, la montaña rusa, sus raíles eran las correderas de la muerte. Tras observarla durante un tiempo veo con estupor que empieza a desmoronarse como un castillo de naipes, todos son gritos, hierros torcidos y dolor, mucho dolor.
Las fuerzas de seguridad nos indican la salida del parque, mientras mi única obsesión es contactar a través del móvil con las niñas para saber de su paradero y si estaban o no en la montaña rusa... Todo inútil, las coberturas están limitadas y las líneas saturadas. Todo es un caos, durante las siguientes semanas busqué y reintenté una y otra vez las llamadas, para saber de ellas, pero nada funcionaba.

Era todo tan extraño que proporcionaba un miedo insólito.

 Al cabo de un tiempo tengo conocimiento de que el parque se ha reabierto. Mediante un tren de cercanías sé que puedo acceder a él, es el momento de volver y saber lo que realmente está ocurriendo. En los primeros minutos del trayecto en tren, observo que nadie quiere saber nada de mí, como si no estuviera, me dan de lado... Y unos segundos más tarde, como por arte de magia, el tren se adentra en el interior de un lago, solo me da tiempo de tomar aire para aguantar la respiración, antes de la asfixia a la que estábamos abocados todos los pasajeros. Pero de repente el cercanías sale del agua y se detiene en una peculiar estación abandonada, estaba todo en ruinas, viejo y solo unos jóvenes sorprendidos me miran de arriba abajo.
Les pregunto por el parque y la montaña rusa y todas las incógnitas que en ese momento se me vinieron a la imaginación. Solo una de las jóvenes del grupo me responde diciendo: “Somos un grupo de jóvenes que estamos invocando a los espíritus mediante la tabla Ouija, y tú eres el único espíritu que nos ha respondido.”. En ese momento, (con lágrimas en los ojos, si es que los muertos pueden llorar), supe  por qué no funcionaban las líneas de móvil, por qué no encontraba a las niñas.... entendí él por qué de todo.

  Aquel día en la Montaña Rusa el que murió realmente fui yo. 


 Un sobresalto me despertó y me trajo de nuevo al mundo de los vivos.

Fdo: Fernando Sierra

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